Tan solo un recuerdo... tan solo un día... tan solo una mañana... tan solo un lugar... tan solo una hora... tan solo una mirada.... tan solo una voz.... tan solo una frase... Momentos inolvidables, sonrisas, caricias, palabras, gestos... todo inunda nuestros recuerdos... recuerdos felices, recuerdos inolvidables... recuerdos de la primera vez que llegamos a la cima... recuerdos, recuerdos ,recuerdos...
Existe ese don, el don de Eros, un don del cual cualquier mortal quisiese hacerse con él. Porque tendría el control sobre todo... porque todo gira entorno a él. Él es Eros de piel blanca, sonrisa dulce, mirada admirada y venerada por mortales, dioses y héroes... No tiene, ni punto de comparación con Narciso... a su lado Narciso es como la Hidra junto a Medusa... Si, mucho poder, pero poca belleza... Eros... Eros... Eros... ¡No te vayas! Quédate aquí conmigo, a mi recoveco... juntos empezaremos este camino y juntos lo acabaremos... Si, Yo, el valeroso Piramo enamorado de ti... con todo... con tus flechas me disparaste y me acaparaste.... ¿ahora lanzaras la flecha negra sobre mi?... no lo se.. porque solo se que no se nada... Eco, ayúdame a decir un te quiero... quiero....quiero...quiero...., ayúdame a decir un te amo... amo...amo...amo...
Momentos inolvidables vivimos... pero... perderé todo... absolutamente todo... todo lo que quiero...quiero....quiero...quiero...-poco a poco la voz de Eco fue apagándose- quiero...quiero....quiero....quiero
Héctor Rodríguez Rivero
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